13 May Cómo evitar el riesgo de liquidez en una empresa
Dirigir, gestionar y operar una empresa significa asumir riesgos. En el contexto actual, con una economía global, pero al mismo tiempo muy marcada por los vaivenes geopolíticos, y una competencia creciente, las organizaciones asumen cada vez más riesgos de carácter financiero, como el riesgo crediticio o el riesgo de liquidez. Pero, ¿a qué nos referimos exactamente cuando hablamos de liquidez y qué riesgos entraña?
¿Qué es el riesgo de liquidez?
Sea cual sea el tamaño de la empresa, la liquidez es la capacidad de transformar un activo en dinero en efectivo sin que se produzca una pérdida de valor. De hecho, todos los activos se pueden clasificar en base a su liquidez, dividiéndose entre activos corrientes (todos aquellos pueden convertirse en efectivo en un máximo de un año, como deudas o inversiones a corto plazo) y activos no corrientes.
También todos los pasivos (que son las obligaciones con terceros de la empresa) se pueden clasificar de la misma manera por su liquidez.
Teniendo esto en cuenta, el riesgo de liquidez es el riesgo que tienen las empresas para poder hacer frente a sus obligaciones de pago a corto plazo, basándose en los activos líquidos de los que dispone. Es decir, el riesgo de liquidez es la dificultad que tiene una organización de convertir sus activos en efectivo sin tener que incurrir en una pérdida.
Esto implica que una empresa puede tener un capital elevado, pero al mismo tiempo mantener un riesgo de liquidez muy alto. Por ejemplo, este sería el caso de una organización que posee una gran cantidad de bienes inmuebles, pero cuando necesita convertirlos en efectivo de forma urgente se ve obligada a negociar su precio a la baja, perdiendo valor en la transacción.
Factores que más influyen en el riesgo de liquidez
El riesgo de liquidez se ve influido por una serie de factores internos y externos a la empresa, entre los que destacan:
- Falta de previsión financiera y/o gestión inadecuada de los recursos financieros.
- Riesgos de mercado.
- Inestabilidad en el capital de la empresa.
- Volatilidad de los recursos financieros.
- Gestión inadecuada de la utilización de los activos y pasivos de la empresa.
- Otras causas exógenas.
Cómo medir el riesgo de liquidez empresarial
Existen varias formas de medir el riesgo de liquidez, aunque la forma más común es medir el riesgo de liquidez con la prueba de ácido (se calcula dividiendo el activo corriente menos el inventario de existencias entre el pasivo corriente) y la razón de caja (que se calcula dividiendo el dinero en caja más los activos financieros entre el pasivo corriente).
Estrategias para mitigar el riesgo de liquidez
Es muy importante conocer y mitigar el riesgo de liquidez de la empresa, ya que de él depende el buen funcionamiento de la misma. La falta de liquidez puede llegar a afectar al proceso productivo, con los problemas que esto podría ocasionar al buen funcionamiento y a la viabilidad de la empresa. Sin una política de liquidez adecuada, la organización no podrá cumplir con sus obligaciones frente a terceros ni hacer frente a sus propias necesidades internas y de gestión.
Una buena estrategia para mitigar el riesgo de liquidez pasa por implementar procesos internos que permitan prevenir y dar solución a este riesgo.
Las empresas que no cuenten con liquidez suficiente no podrán llevar a cabo inversiones que optimicen sus procesos de producción, abrir nuevas líneas de productos, ni avanzar en su expansión comercial a través de nuevos mercados nacionales e internacionales que les permitan crecer de forma estructurada.
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