
24 Nov 5 claves del éxito en la estrategia financiera de las medianas y grandes empresas
Para alcanzar el éxito empresarial no basta con ofrecer un buen producto o servicio. Todas las empresas, sobre todo las de más de 150 empleados, deben contar con una potente estrategia financiera que sirva como respaldo para todas las decisiones que haya que tomar relacionadas con las finanzas.
Teniendo en cuenta esto, tan importante es la planificación como la implementación. Las claves del éxito se pueden resumir en 5 puntos.
1. Analizar la estrategia financiera en medianas y grandes empresas
Este paso es muy importante, porque no hay un único plan financiero. Aparte de estar detallado y organizado, la planificación debe hacerse de forma personalizada para que pueda cumplir con las necesidades y objetivos de cada empresa en particular.
Es por eso que tienes que tener en cuenta una serie de variables, empezando por tener claro cuál es el perfil de riesgo de tu empresa. También es importante analizar los siguientes aspectos clave:
- Las limitaciones y recursos actuales de la empresa.
- El circulante, es decir, la liquidez y solvencia.
- Las previsiones del flujo de caja.
- La rentabilidad de las inversiones.
- El nivel de endeudamiento.
- Las fuentes de financiación.
- El riesgo de los créditos concedidos a los clientes.
- Los objetivos que se pretenden alcanzar.
- El marco temporal en el que se va a encuadrar dicha estrategia
Toda esta información es más fácil de obtener cuando los datos están actualizados y la gestión, tanto financiera como documental, está digitalizada.
2. Diseñar las estrategias financieras en función del plazo
Como decíamos, el marco temporal es una de las claves del éxito. Si tu empresa va a optar por estrategias financieras a largo plazo (lo más recomendable), debes tener en cuenta 3 aspectos:
- La inversión. Esta debe estar orientada a aumentar el valor de la empresa. Las estrategias pueden ser ofensivas, defensivas, de reorientación y de supervivencia. Dependiendo de la que tu empresa se haya planteado, las decisiones en inversión irán orientadas bien al crecimiento, bien a la desinversión. En el primer caso, puedes elegir entre dos tipos de crecimiento:1. Crecimiento interno. Puede ser, por ejemplo, ampliar el negocio porque la demanda ha aumentado y la oferta ya no es suficiente para cubrirla.2. Crecimiento externo. Una estrategia sería eliminar a tus competidores, por ejemplo, mediante fusiones.
Por lo que respecta a la desinversión, esta estrategia se aplica cuando la empresa solo está centrada en salir adelante. Puede ser que elija mantener los activos o vender una parte para no tener que cerrar.
- La estructura de financiación. La estrategia adoptada para elegir la fuente de financiación adecuada debe corresponderse con el riesgo que la empresa está dispuesta a asumir.
- La retención o reparto de utilidades. En este caso, la estrategia dependerá de variables como la posibilidad de contratar préstamos a largo plazo o de obtener más rentabilidad por los activos disponibles.
¿Qué se puede hacer a corto plazo?
Por su parte, las estrategias financieras para el corto plazo deben centrarse en los siguientes aspectos:
- El capital de trabajo. Es importante hallar la relación riesgo-rendimiento adecuada. Para ello hay que seguir una de las tres estrategias básicas: agresiva (riesgo alto), conservadora (riesgo bajo) e intermedia (busca un equilibrio entre liquidez y rentabilidad de los pasivos).
- El pasivo circulante. Hablamos de la financiación corriente de una empresa. La estrategia va desde aprovecharse de los descuentos por pronto pago a acudir a una entidad financiera para solicitar un crédito.
- Administrar de forma eficiente el efectivo de caja. Para aumentar la liquidez de la empresa es necesario llevar a cabo tres acciones fundamentales: reducir el inventario, tratar de cobrar lo antes posible y retrasar los pagos siempre y cuando eso no suponga pagar comisiones o renunciar a descuentos por pronto pago.
3. Seguir todos los pasos para implementar la estrategia financiera en medianas y grandes empresas
Una vez superado el paso de planificación, es el momento de entrar de lleno en la implementación de la estrategia financiera. Pero hay que hacerlo con cuidado, dando todos los pasos recomendables. De hecho, cuando la estrategia se lleva a cabo de forma progresiva, se obtienen mejores resultados.
No puedes olvidarte de realizar reuniones periódicas con los responsables de contabilidad y finanzas de tu empresa para asegurarte de que todo va según el plan trazado. La comunicación es muy importante, casi tanto como monitorear si hay progresos.
4. Revisar la estrategia financiera
Llevar a cabo la estrategia financiera de una empresa de más de 150 trabajadores no es algo que se ponga en marcha y ya. Es necesario hacer revisiones con frecuencia (como sugerencia, mínimo una vez al trimestre) por si fuera necesario realizar algún ajuste. Solo así puede adaptarse a las necesidades de la compañía en tiempo real.
5. Rentabilizar los beneficios empresariales
El último punto tiene que ver con la rentabilidad de los beneficios. Siempre puedes apartar una parte que no vayas a necesitar a corto plazo e invertirla. El Swing trading (ideal para los más conservadores), los derivados o el value investment (la estrategia que hizo triunfar a Warren Buffet) son algunas opciones. Pero en este caso, mejor acudir a los expertos.