27 Ene Guía para dar un buen feedback a los colaboradores
La retroalimentación es clave para que los colaboradores conozcan su desempeño y puedan crecer profesionalmente, pero el impacto no es sólo en los trabajadores, también en la organización porque mejora el compromiso y la productividad aumenta.
El estudio “El estado del lugar de trabajo”, realizado por Gallup destaca que cuando los empleados reciben feedback están cinco veces más comprometidos, y hay 57% menos probabilidades de que estén agotados o 48% menos de que busquen otro trabajo. Sin embargo, cuatro de cada 10 empleados no reciben retroalimentación de su gerente con frecuencia.
El informe también destaca que la retroalimentación necesita ser significativa, es decir ayudar a los empleados a aprender, crecer y hacer mejor su trabajo, incluso reconocer su labor y no solo una reunión para brindar una llamada de atención.
¿Cómo prepararse?
Algunas organizaciones suelen dar retroalimentación a los empleados a fin o inicio de año, en realidad es importante que este feedback se haga a lo largo del año, o cuando se termina un proyecto, sin importar el tamaño de la empresa.
El feedback requiere preparación tanto de los gerentes, jefes o líderes, como de los colaboradores, para que ambos conozcan cómo, cuándo, dónde y sobre que se va a hablar en la reunión.
Consejos para dar un buen feedback
También es importante que el líder tenga una metodología y use herramientas para recopilar la información necesaria de si los objetivos se lograron, y no centrarse en el “me dijeron”. Para ello, se recomiendan algunos pasos que los gerentes, jefes o líderes pueden seguir.
El primer punto es crear un ambiente de confianza y privacidad, que puede ser una oficina, ello generará que el empleado sienta que ese es un tiempo dedicado a él. Una vez en la conversación se puede iniciar por refrescar el objetivo de la reunión y dar un contexto general: “Este feedback es en función de tu rol, o de los proyectos en los que participaste”.
El siguiente paso es exponer los resultados del trabajo, tanto buenos como malos y buscar una conexión genuina con el colaborador al hacerle preguntas como: ¿está claro lo que te estoy diciendo?, ¿te hace sentido?, ¿te parece importante?
La reunión es la oportunidad para hacer conciencia de las cosas que faltaron para conseguir los objetivos, de las carencias o ineficiencias del colaborador (siempre en un contexto constructivo), así como de reconocer los logros y felicitar al colaborador. Es decir, el feedback debe ser equilibrado en cuanto a que es tan importante reconocer, comentar y arreglar lo malo, como reconocer y premiar lo bueno.
Finalmente, pueden establecerse los próximos objetivos, aunque sólo es recomendable hacerlo si la reunión no se ha vuelto demasiado extensa y tediosa; si no es así, convendrá hacerlo en una siguiente reunión no mucho tiempo después. Pero es importante la continuidad de la revisión de objetivos logrados, así como del establecimiento de nuevos objetivos.
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